miércoles, 10 de noviembre de 2021

Anfiteatro Flavio, el Coliseo Romano

El Coliseo es un anfiteatro de época romana construido en el siglo I. Ubicado en el Foro Romano y fue el más grande construido. Recibe el nombre de Anfiteatro Flavio, en honor a la Dinastía que lo construyó, la Dinastía Flavia, aunque pasará a ser llamado Coliseo (Colosseum) debido a que en sus proximidades había una gran estatua, el Coloso de Nerón que con el paso del tiempo desapareció.

Fue un regalo del emperador Vespasiano al pueblo ya que tenía el carácter de edificio público y civil donde se ofrecían espectáculos gratuitos de todo tipo. Cada espectador ocupaba el espacio que le correspondía según la sociedad romana: los asientos inferiores eran ocupados por el emperador y los senadores, los peores lugares, los de arriba del todo estaban reservados para los esclavos, extranjeros y mujeres.

Sus obras empezaron entre el 70 d.C. y 72 d.C. 00 los materiales utilizados en su construcción son bloques de hormigón, mármol, madera, piedra (toba), travertino, ladrillo y estuco. Su construcción se completó en el 80 d.C. por el emperador Tito, aunque se modificó durante el reinado de Domiciano. Para su inauguración se celebraron unos juegos durante 100 días donde participó todo el pueblo romano.

                            Interior del Coliseo

         

                           Arena del Coliseo

Aunque ha sufrido numerosos daños como el daño de la estructura por los terremotos, sufrió un incendio, ha sido expoliado por picapedreros, falta una parte de edificio por una bomba caída durante la II Guerra Mundial, sigue siendo uno de los grandes atractivos turísticos de Roma. Además, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1980 y una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno desde 2007.

A lo largo de la historia el Anfiteatro Flavio ha sido escenario de diversos espectáculos, aunque los más populares son las peleas de gladiadores. Estos espectáculos reciben el nombre de munera, fueron muy populares en la plebe y se convirtieron en una demostración de poder e influencia familiar porque eran los ciudadanos quienes los patrocinaban. Era bastante habitual que los emperadores festejasen sus victorias con la celebración de juegos.

     Pollice Verso (Pulgar abajo) de Jean-Léon Gérôme, 1872.

Era popular la caza de animales o venatio, para estos eventos se importaban gran variedad de bestias salvajes de África (leones, cocodrilos, rinocerontes, etc.). Existe gran variedad de venationes porque podían verse desde cacerías de bestias, a simples exhibiciones con animales y domadores o incluso se podían ver condenas a muerte donde las personas debían purgar sus culpas muriendo en la arena por estos animales; este evento tuvo gran peso durante la época de martirio de los cristianos ya que fue una de las principales ejecuciones empleadas. Durante estos eventos el emperador o el pueblo eran quienes decidían el destino final del gladiador que quedaba malherido según la posición del pulgar, representando la vida o la muerte.

            La última oración de los mártires cristianos (1883), cuadro del pintor francés Jean-Léon Gérôme. 

Otros espectáculos llamativos eran las naumachiae (naumaquias) que eran simulaciones de batallas navales. Ya que las canalizaciones del coliseo permitían llenar el edificio de agua para que los barcos de guerra se moviesen. Aunque no se sabe si esto fue realmente cierto, el Coliseo tenía en sus orígenes un ancho canal inundable, pero esto fue sustituido posteriormente por el hipogeo.

También se recreaban batallas memorables de los ejércitos romanos, obras de teatro mitológicas o incluso, sylvae que son recreaciones de paisajes naturales en la arena.

Durante los primeros años del cristianismo también fue convertido en santuario cristiano en honor a todos los cautivos martirizados en estos años. Actualmente, sigue estando vinculado con la religión católica ya que cada Viernes Santo el Papa encabeza un viacrucis hasta el anfiteatro.

El Coliseo glorifica al emperador Vespasiano, el objetivo de su construcción fue dar una imagen de protección al pueblo y tenía una clara intención propagandística. El emplazamiento elegido, un llano entre las colinas de Celio, Esquilino y Palatino, había sido devastado años antes por el gran incendio de Roma del 64 d.C., aprovechando esto, Nerón se apropió del territorio y edificó su Domus Aurea. En la entrada se encontraba una estatua de bronce, el Coloso de Nerón, por eso el anfiteatro recibe el nombre de Coliseo.

                   Localización del Coliseo

A lo largo de la historia, el Coliseo ha tenido diferentes usos, los cambios más significativos los experimentó durante el periodo medieval. En el siglo VI se construyó una pequeña iglesia dentro de la estructura, posteriormente, la arena se transformó en un cementerio o incluso llegó a tener el papel de fortaleza.

                           Representación medieval del Coliseo 

Durante los siglos XVI y XVII, funcionarios de la Iglesia trataron de sacarle partido al casco en ruinas. El papa Sixto V propuso convertir el edificio en una fábrica de lana para emplear a las prostitutas de la ciudad, finalmente, esta propuesta fracasó.

En el siglo XIX, comenzaron obras para estabilizar y recuperar monumentos antiguos, entre ellos, el Coliseo. Su restauración fue llevada a cabo por orden de Pío VII.

                        Cole Thomas, Interior del Coliseo, 1832.

                  Coliseo siglo XVIII grabado de Giovanni Battista Piranesi 

Junto al Anfiteatro se encontraba la Meta Sudans construida por el emperador Domiciano, una fuente monumental. En el año 1936, Mussolini la mandó demoler por "molestar" en la creación de la Via dei Fori Imperiali.

                 El Coliseo y la fuente Meta Sudans en una foto de finales del siglo XIX 

Actualmente, está en marcha el proyecto de restaurar la arena del Coliseo para devolverle la monumentalidad e incluso se realizarán diversos espectáculos culturales.

Compositivamente hablando el Coliseo fue una de las obras más grandiosas de la arquitectura romana. Cuenta con 189 metros de largo, 156 de ancho y hasta 48 metros de altura. De forma ovalada, su perímetro elíptico tiene un total de 524 metros.

Una de las razones por las que esta construcción es considerada como la más grandiosa de la arquitectura romana es por algunas de las técnicas constructivas que usaron en ella. Una de estas es la no utilización de argamasa para la unión de las pilastras y los arcos (realizados en travertino), del mismo se construyeron las zonas inferiores y los sótanos (estos realizados con toba). En algunos casos se usaron grapas de metal para sujetarlos.

Otra de las razones de su grandiosidad es su cimentación. El Coliseo se alza sobre una zona donde antes hubo un lago, por ello hubo que excavar hasta 14 metros de profundidad para retirar todo el limo existen y realizar una cimentación de 13 metros con opus caementicum (hileras de argamasa y piedras alternadas).


 

Exteriormente el edificio presentaba cuatro pisos en altura pero estos pisos no se corresponden con los interiores. El primero de ellos se alza sobre un estilóbato (especie de plataforma que separa y eleva el edificio del suelo) donde descansa una sucesión de arcos de medio punto sobre pilastras. Entre la unión de las pilastras se adosa una semicolumna de estilo dórico; el segundo piso vuelve a presentar la misma arcada (sucesión de arcos) pero ahora las columnas que los separan son de estilo jónico; el tercer piso cuenta con otra arcada pero vuelve a cambiar las columnas que son de orden compuesto (orden que mezcla elementos de los tres órdenes arquitectónicos griegos). El cuarto y último de estos pisos ya no presenta una arcada sino que ático decorado con lesenas de estilo corintio y con vanos abiertos a modo de pequeñas ventanas. En este piso hubo 240 palos de madera que servían para sostener las astas donde se fijaban el inmenso velario que permitía dar sombra al graderío interior.


       

En el interior del Coliseo podemos diferenciar tres zonas distintas: la arena, el hipogeo y la cávea.

La arena era el terreno donde se desarrollaban todos los espectáculos del anfiteatro. De forma ovalada tenía 83 por 48 metros de superficie. Todo este espacio era una plataforma móvil de madera que se recubría de arena. En ocasiones, como señalábamos en publicaciones anteriores, este espacio era inundado para ciertos espectáculos. Debido a esto el anfiteatro contaba con un gran sistema de drenaje que desembocaba en cuatro imponentes cloacas que permitían evacuar así el agua tras las naumaquias.



Debajo de la plataforma de la arena se escondía el hipogeo compuesto por una red de túneles y estancias subterráneas. Estas tenían funciones de las más variadas: había algunas dedicadas a que los gladiadores se prepararan para el combate y esperasen su turno, otras servían de almacenes para guardar los decorados que se usaban en algunas representaciones, almacenes de armas, vestuarios, zonas con jaulas para los animales, otras estancias donde aguardaban los esclavos y los condenados que formarían parte de los juegos, etc.


Para conectar todos estos espacios con la arena existían trampillas y montacargas que podían ser usados en cualquier momento durante los espectáculos. Los encargados de esto eran en su mayoría esclavos pero no esclavos cualquiera sino unos con un gran conocimiento de la red de túneles y salas que había, para que así pudieran moverse de forma eficiente y el espectáculo no se viera afectado.

Actualmente podemos ver el hipogeo cuando entramos en el Coliseo ya que solo una pequeña parte está oculto bajo la arena. Sin embargo en un futuro esto no será así ya que las últimas noticias dadas por la directora del Coliseo, Alfonsina Russo, dicen que para 2023 este emblemático anfiteatro recuperará su arena para ofrecer así al visitante una vista única del monumento.


La cávea hace referencia al graderío y este se dividió en filas concéntricas que se iban superponiendo en altura. La más cercana a la arena se encontraba a 3 metros en altura de esta mientras que la más alejada estaba a más de 40 metros con respecto a la arena. 

                                    

El graderío estaba divido en diversas zonas según la clase social, desde la más cercana hasta la más alejada:

-Podium: Reservados a la sociedad romana más exclusiva como el emperador, su familia, senadores, magistrados y sacerdotes. Esta zona al ser la más cercana a la arena estaba protegida por una red metálica y con arqueros encargados de garantizar la seguridad de sus ocupantes.

-Maenianum primun: Para aristócratas que no pertenecían al senado.

-Maenianum secundum: Este a su vez se dividía en dos zonas, una para los ciudadanos ricos y otra para los pobre.

-Maenianum summem in ligneis: Para mujeres pobres, realizado en madera y probablemente sin asientos.

A parte de esta división había algunas zonas reservadas a clases sociales concretas como los tribunos, sacerdotes o la milicia. Las gradas no contaban con asientos sino que eran solo bancos de piedra.

El acceso desde los pasillos a estas diversas zonas de las gradas se realizaba mediante los vomitorios. Estos estaban tan bien diseñados que permitían el desalojo de los 50000 espectadores que podía albergan el anfiteatro en treinta minutos.

Por último hablaremos del velario. Este consistía en una cubierta de tela que podría desplegarse mediante un juego de poleas manejado por un destacamento de marineros de la flota romana y ayudados por esclavos. Este sistema además permitía mover la tela por separado por lo que se extendía en aquellas zonas en las que se requería la sombra.


                                  


EL COLISEO Y LAS RESTAURACIONES DEL SIGLO XIX

El deterioro del Coliseo comienza a edad temprana debido a diversos factores naturales como incendios y terremotos. Entorno al siglo VI se prohíben sus espectáculos y a finales del mismo pasa a manos de la Iglesia pero no supone una mejoría en su estado. En el sigo XVIII es considerado un lugar de martirio y se promueve su conservación pero su restauración no empezará hasta casi un siglo después.

La primera intervención es llevada a cabo por Raffaele Stern entre 1806 - 1807. Comienza por el lado este (extremo oriental) por ser el que en peores condiciones se encontraba. Su solución para evitar que la estructura se siga derrumbando consiste en realizar un gran muro de ladrillo a modo de contrafuerte triangular para evitar que se caiga la estructura.

La segunda intervención fue realizada por Giuseppe Valadier en 1823 y se centra en el lado oeste. Esta parte tenía el mismo problema que el sector este pero no estaba en tan malas condiciones por lo que se disponía de más tiempo para pensar otras soluciones menos invasivas y en las que se incluyen algunos elementos artísticos. Por ello se opta por la imitación de los arcos antiguos creando una continuidad entre los antiguos y los nuevos.

  

El Coliseo quedó reforzado por estas intervenciones pero en 1843 Luigi Canini tiene que intervenir el lado sur y utilizando el ladrillo cierra la estructura para evitar el desmorone de la misma.











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