Petra
es una ciudad con mucha historia ya que el valle donde se sitúa era muy
apreciado por su fácil defensa. El nombre proviene del griego πέτρα que
significa piedra.
Como
hemos mencionado, este lugar ha tenido mucha relevancia a lo largo de la
historia pero que realmente cobra importancia durante la antigüedad y más
concretamente en el periodo nabateo.
Los
nabateos eran un pueblo nómada árabe del siglo VI a.C. que llegaron al país de
Edom y tomaron el control de Petra provocando que los edomitas se fuesen a la
región de Hebrón y dejaran el asentamiento. Los nabateos la convirtieron en la
capital y le dieron el esplendor arquitectónico del que goza, reflejo de la
prosperidad económica de la zona debido a su situación privilegiada en las
rutas comerciales con Oriente. Los habitantes daban a las caravanas agua y
viviendas para pasar la noche a cambio de un pago lo que producía importantes
beneficios económicos para ellos.
Cuando
el poder y la prosperidad fueron evidentes los romanos la anexionaron, pero
esto ocasionó cambios en las rutas comerciales que junto con los terremotos
sufridos en la zona provocaron la caída y el abandono de la ciudad.
En
siglos posteriores el lugar sigue estando prácticamente abandonado exceptuando
una pequeña ocupación por parte los cruzados. Pero, ya en el año 1812 se
produjo su redescubrimiento por Jean Louis Burckhardt y Petra se convierte en
un importante lugar de peregrinaciones religiosas.
En la actualidad, es el lugar más visitado de Jordania, además, es Patrimonio de la Humanidad desde 1985 y está considerada como una de las Siete Maravillas del Mundo desde 2007.
En cuanto al aspecto geográfico de Petra podemos decir que se localiza en el valle de la región montañosa de Edom, al este del valle del Arabah, a mitad de camino entre el golfo de Aqaba y el mar Muerto.
Es una ciudad situada en medio de acantilados rocosos compuestos por arenisca, una roca detrítica formada por la acumulación y cementación de arena, son, por tanto, rocas duras. La zona de alrededor está llena de rocas que contienen sílice, los nabateos las extrajeron en las canteras para fabricar hormigón.
La
localización es llamativa porque en gran parte está construida en la misma
roca, como si fuese una escultura, embutida entre rocas abruptas. El lugar es
accesible por un estrecho sendero de montaña por el noroeste o bien por el
este, a través de un cañón, el Siq, acceso principal, que en su lugar más
estrecho apenas llega a medir dos metros de ancho.
La
presencia de agua y la seguridad que proporciona este emplazamiento la
convirtió en una parada obligada para diversas rutas de caravanas que
conectaban Egipto, Siria y Arabia con el sur del mar Mediterráneo. Los
productos más comerciados eran de lujo como especias y seda de la India, marfil
de África, incienso del sur de Arabia, entre otros, otro producto importante
fue la resina del árbol de incienso, una ofrenda religiosa muy valiosa en el
mundo antiguo, aunque también se empleaba como medicamento.
Debemos
mencionar también que está situada en una región con una fuerte sismicidad,
justo en el lugar donde la Placa arábica se separa de la Placa África. En los
años 363, 419, 551 y 747 varios terremotos dañaron la ciudad y sus monumentos.
Otro problema presente, es que la capa freática de agua salada existente debajo
de Petra ascendió, lo que ha producido el deterioro de la base de muchos
monumentos.
A pesar de todo esto, debemos decir que las características geográficas y geológicas permitieron a los habitantes de Petra poder ocultarse y protegerse de los ataques. Durante cientos de años Petra fue una leyenda contada bajo el nombre de la Ciudad Perdida. La principal razón de que durante siglos esta ciudad fuese un mito es debido a su excelente ubicación, situada entre las montañas rocosas, y cuya entrada es un profundo desfiladero conocido como el Siq.
Esta leyenda fue escuchada por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt (mencionado anteriormente) quién se convertiría en el descubridor de esta mítica ciudad nabatea. Atraído por los relatos que encontró de ella en autores clásicos (como Plinio, Estrabón o Eusebio de Cesarea) en 1812 consiguió que un guía local le mostrase el camino hacia estas ruinas. Para ello tuvo que disfrazarse de sirio puesto que en esa época había zonas en las que a los europeos no se les permitía la entrada. A pesar de ser su descubridor, no pudo detenerse a estudiar las ruinas para no despertar las sospechas de su guía aunque pudo dar noticias del hallazgo para que después otros estudiosos vinieran.
Como hemos dicho se accede mediante el Siq, esta entrada
cuenta con un kilómetro y medio de longitud, en algunos tramos llega a tener
poco mas de dos metros de ancho y tiene de
Esta entrada fue realizada por el propio correr de un río durante miles de años y es el principal acceso a Petra. Este camino contaba con una presa (hoy día ha sido reconstruida) realizada por los nabateos para impedir y desviar las aguas de Wadi Musa. En su entrada contaba con un arco monumental que se derrumbó hacia finales del siglo XIX y del que quedan solo dos pilares y algunas piedras de su arco. A lo largo del Siq también se pueden encontrar nichos que contiene betilos (piedras sagradas) y unas figuras que, aunque están muy erosionadas, representan a dos comerciantes con un camello cada uno. También hay cámaras subterráneas cuya función no esta clara.
Esta es la primera construcción que se ve cuando se sale del
Siq. Esta obra fue construida en honor de un rey nabateo, probablemente para
Aretas III (85 -
Cuenta con una altura total de
Elevada sobre un basamento, la fachada se divide en dos niveles. El inferior presenta seis columnas que sostienen un frontón. Entre los dos pares de columnas laterales se ubican dos relieves que están muy deterioradas pero se cree que representarían a los Dioscuros (Cástor y Pólux, hijos de Zeus y Leda) montados a caballo. En la parte superior también encontramos seis columnas pero no sostienen un frontón completo sino que las columnas laterales sujetan las esquinas del mismo, mientras que las dos columnas centrales crean un tholos. Sobre este se ubica una urna y un águila, que simbolizaría a una deidad nabatea y entre sus columnas se encuentra representada la diosa de la fertilidad de Petra, conocida como Al Uzza. Entre las columnas laterales también hay unas figuras que se creen que deben representar a unas amazonas.
Entre las columnas centrales de la parte inferior accedemos a los escalones que permiten el acceso al monumento. Al interior nos encontramos con una sala de doce metros cuadrados con una especie de hueco en el suelo que se piensa que podría estar vinculado a los rituales en honor de los dioses locales: Allat, Al Uzza y Dushara.
Como curiosidad en 2003 se encontró otra construcción (anterior al Tesoro) bajo la fachada, esto nos da una idea de todo lo que aún queda por descubrir en Petra. Según los investigadores tan solo se conoce el 15% de esta ciudad perdida mientras que el restante 85% estaría bajo sus arenas.
AD DEIR O EL MONASTERIO
Esta obra es otro de los
monumentos realizados por los nabateos en honor a uno de sus reyes,
concretamente fue realizado para Obodas I (96 -
Al igual que el Tesoro, esta obra
también está completamente tallada en la roca. Cuenta con
Esta fachada también presenta una
división. La parte inferior es más sencilla que la superior, cuenta con una serie
de columnas que enmarcan el acceso y dos hornacinas vacías en sus laterales. La
parte superior cuenta con un frontón partido y en medio de este se alza un
tholos que vuelve a aparecer coronado por una urna. En los tres espacios
creados por las columnas aparecen hornacinas vacías.
Esta fachada es muy similar a la
del Tesoro pero su decoración es mucho más austera, pues si bien hay hornacinas
estas aparecen vacías aunque en origen probablemente alojaran diversas estatuas
de culto.
Al interior encontramos una
estancia cuadrada excavada en la roca. Presenta un nicho coronado con un arco
de medio punto en la pared del fondo. Este serviría para albergar un altar (a
modo de betilo) que fue eliminado por los cristianos quienes pintaron cruces en
una de sus paredes.
Frente a la fachada habría una
columnata que hoy día no se conserva.
Como dato curioso la fachada esta orientada hacia el suroeste de tal forma que durante ciertas horas la luz de sol entra directamente por la puerta de entrada e ilumina el nicho del fondo.
QASR AL-BINT O CASTILLO DE LA HIJA DEL FARAÓN
A pesar de no haber ninguna prueba se piensa que esta construcción sería un santuario dedicado al dios principal nabateo, Dushara. Fue construido bajo el reinado de Aretas IV y no es solo un edificio sino un recinto con varias zonas importantes.
El Qasr al-Bint se sitúa sobre una
plataforma en altura. Tiene planta cuadrada (32 x
Tendría casi
Esta estancia tiene el mismo ancho
que la anterior y presenta en su pared del fondo tres salas que quedan abiertas
a la naos. La del medio contenía un santuario interno con un podio (de 1'
Las salas de los laterales
presentan la misma estructura arquitectónica y probablemente sirvieran para
banquetes rituales. En su parte abierta a la naos había dos columnas y dentro
de las estancias había unas escaleras que llevaban a las galerías superiores y
a la azotea, donde se hacían otras prácticas de culto.
Frente al edificio hay un gran
altar (13'5 x
Junto al templo se conservan los restos de lo que debió ser un complejo de edificios vinculados a banquetes rituales. Todo este recinto tenía su propia puerta monumental de acceso.
El nombre de este edificio fue dado por los beduinos y está relacionado con una leyenda local.
Según esta leyenda en este edificio vivía la hora del faraón. Esta dijo a sus dos pretendientes que se casaría con aquel que consiguiese traer agua hasta su castillo. Ambos hombres consiguieron traer agua desde dos puntos distintos por lo que la princesa les preguntó como lo habían logrado. Uno de ellos le contestó que fue gracias a su poder y a la fuerza de sus hombres, mientras que el otro respondió que fue por medio de su esfuerzo y el poder de Dios. En ese momento la tubería que había instalado el primer hombre se rompió. Esto hizo que la hija del faraón se casase finalmente con el pretendiente más humilde y temeroso de Dios.
De hecho se sabe que existió una tubería que iba desde el manantial que uso el pretendiente de la leyenda hasta el antiguo centro de Petra.
LAS TUMBAS REALES
En el macizo de Jabal al-Khubtha se ubican las denominadas tumbas reales, que son un conjunto de tumbas independientes excavadas en la roca.
Tumba de la Urna
Es la que más destaca en el
conjunto por su ubicación central. No se sabe exactamente para quién fue
construido pero está datado hacia la segunda mitad del siglo I d.C, y algunos expertos
lo adjudican al rey nabateo Malichus II. Su fachada cuenta con unas dimensiones
de
En la sección de en medio se
encuentra la puerta de acceso que cuenta con pilastras y un frontón, al
interior encontramos una cámara casi cuadrada, en la que se hicieron tres ábsides
cuando la tumba pasó a usarse como iglesia bizantina.
Otro elemento destacable de esta tumba es su subestructura abovedada, esta cuenta con dos pisos de bóvedas de cañón que incorporan unas cámaras.
Tumba de la Seda
Debe su nombra a los colores de su piedra. Presenta una fachada con divisiones. La parte inferior cuenta con un entablamento sostenido por cuatro medias columnas mientras que la parte superior cuenta con pilastras enanas que sostienen un friso de dos escaleras enfrentadas. Su puerta de acceso debió ser muy sencilla y cuenta con un lóculo encima. Entre las columnas exteriores hay nichos con figura en relieve que están muy erosionadas.
Tumba Corintia
Fuertemente erosionada, su fachada cuenta con tres niveles. El inferior cuenta con 8 medias columnas, cuyo par central sostiene un frontón curvo. El central, mucho más erosionado, cuenta con ocho pilastras enanas y sostienen un frontón partido. El orden superior nos recuerda al del Tesoro pues cuenta con seis columnas que forman tres cuerpos distintos, siendo el del medio un tholos.
Tumba del Palacio
Es uno de los mayores monumentos de Petra. Su fachada se divide en cinco niveles. La parte inferior cuenta con doce pilastras, sus huecos crean cuatro portales a los que se acceden mediante escalones y conducen a cuatro cámaras interiores (las dos centrales conectadas por un estrecho pasillo). Estas puertas de acceso cuentan con entablamentos y otros elementos decorativos que quedan rematados por frontones (triangulares en el centro y curvos en los laterales). El segundo nivel presenta 18 medias columnas que crean diversos espacios intercolumnares, siendo los centrales más anchos. En el tercer nivel encontramos otras 18 medias columnas que se alinean con las del orden de abajo. El cuarto nivel se encuentra muy erosionado y del quinto solo se conservan siete medias columnas. Una parte de la fachada superior es construida, es decir, no se encuentra completamente excavada en la roca.
Tumba de Sextius Florentinos
Se encuentra a
A pesar de estar muy erosionada
podemos distinguir dos niveles. El inferior cuenta con un podio, interrumpido
por la puerta de acceso, sobre el que se elevan dos pilastras en las esquinas y
dos columnas en el centro. Entre las columnas se ubica la puerta de entrada que
cuenta con dos pilastras que soportan un frontón. Estos soportes de la fachada
culminan en un entablamento que soporta un friso semicircular en cuyo centro estaba
el relieve de la diosa de la vegetación. La parte superior cuenta con un
entablamento que soporta en friso, en cuyo centro se distinguen vagamente los
restos de un relieve. El conjunto quedaría rematado por una urna.
Al interior encontraríamos
diversos huecos que actuarían de tumbas en la pared posterior y otros tres
espacios funerarios mas amplios en su lado derecho.
ANFITEATRO
Esta obra fue tallada directamente
en la roca del Jabal al-Madhbah y gracias a las marcas de los canteros se ha
podido datar a principios del siglo I d.C., coincidiendo con el gobierno del
rey nabateo Aretas IV.
Con forma semicircular el anfiteatro
nabateo podía albergar hasta ocho mil espectadores. La zona del escenario
(actualmente parcialmente reconstruido) estaría originalmente revestida de
mármol mientras que la zona de las gradas o cavea se encuentra tallada en la
roca. En cada extremo del graderío se encuentran las entradas que tienen forma
de bóveda de cañón y discurren bajo la zona de asientos conectando con una red
de pasadizos y salidas para el público.
La zona de la cavea (graderío)
abarca un total de cuarenta y cinco filas de asientos que se dividen en tres
secciones horizontales separadas por el praecinctio (pasarela semicircular) y
que quedan conectadas mediante siete escaleras radiales.
La zona del escenario estaba
construida en sillería y revestida de mármol. Contaba con tres entradas y su
scaenae frons (frente arquitectónico) presentaba tres niveles de columnas,
balcones y esculturas. Entre el escenario y las gradas se ubicaba la orquesta,
esta zona también estaba tallada en la roca y solía tener un suelo de mortero
duro.
La estructura del anfiteatro sigue
los principios romanos pero con ligeras modificaciones típicamente nabateas
como el estar excavada en la roca y el sistema de drenaje que recorre el
praecinctio y la galería superior.
Tras la anexión romana en 106 el teatro fue ampliado, por lo que las fachadas de algunas tumbas fueron recortadas y sus cavidades son visibles en la pared rocosa del fondo.
ALTO LUGAR DE SACRIFICIO
Se encuentra en la cima de la
meseta del Jabal al-Madhbah. Para llegar hasta aquí hay que ascender por un
camino de
El Alto Lugar de Sacrificio consta
de varias instalaciones para prácticas de culto. No se sabe a ciencia cierta
pero quizás en este emplazamiento fuera venerada la principal deidad nabatea,
Dushara.
El complejo ritual cuenta con una
zona rebajada en la roca (14'5 x 6'
Frente a esta zona rebajada se
alza el llamado trono del dios (mōtab), este cuenta con un hueco donde se
colocarían uno o más betilos. El podio permite ser rodeado por todos sus lados.
Frente a este hay unas escaleras desde donde el sacerdote realizaría las preparaciones
para el dios.
A uno de los lados del altar hay
otra estructura parecida que cuenta con unos escalones que permiten llegar a
una especie de agujero escavado en la roca, donde probablemente se vertiesen
los líquidos de las libaciones y ofrendas. Junto a esos escalones hay un hueco
en la roca que serviría para las abluciones rituales.
Según los estudios no habría
sacrificios ni quemas de ofrendas en el mismo altar, sino que estos se harían
en otro lugar y después se les ofrecerían al dios en su altar.